6 gramos de café y 3 gramos de envoltorio. Su creador John Sylvan dice: “En ocasiones me siento mal de haberlas inventado”...
No es para menos. Las cápsulas están creadas con plástico y aluminio, lo que las hace difícil de reciclar.
El principal fabricante, Keurig vendió 9800 millones de cápsulas en 2014. La firma a la cual Sylvan vendió su creación en 1997 a Keuring Green Mountain ha desatendido sus recomendaciones para mejorar las cápsulas.
“Les dije cómo mejorarlos, pero ellos no quieren escuchar”, dice Sylvan.
"Las cápsulas de café requieren innecesarios recursos para su fabricación y generan excesivos desechos", afirma Jan Dube, miembro del Departamento de Medioambiente del Ayuntamiento de Hamburgo. "No pueden reciclarse fácilmente porque mezclan plástico y aluminio. Son 6 gramos de café y 3 gramos de envoltorio. Por eso en Hamburgo creemos que este producto no debe ser pagado con los impuestos de los ciudadanos".
Keurig ha bloqueado el que estas cápsulas funcionen en sus máquinas, la firma dice que tiene un plan para hacer “K-Cups 100% reciclables hacia 2020”.
Nespresso y Senseo son de los principales usuarios de este mecanismo de cápsulas de café.
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