· Mineral de Pozos celebra la tradición del Día de Muertos con el evento Camino al Mictlán que incluye una serie de eventos musicales y teatrales
· El grupo de música prehispánica y jazz, Maxorhu, y el mariachi tradicional Los Gavilanes, ofrecerán un concierto para los visitantes
La noche del domingo 26 de octubre en la explanada de la Parroquia del Pueblo Mágico de Mineral de Pozos, en Guanajuato, se llevará a cabo el festival alusivo al Día de Muertos, Camino al Mictlán, que como cada año rememora las tradiciones ancestrales de este antiguo asentamiento de la cultura Chichimeca, que con el tiempo se convirtió en pueblo minero y motor financiero del país durante la época porfiriana, hoy en día, centro turístico rodeado de ruinas y leyendas a sólo tres horas y media del Distrito Federal y a 45 minutos de San Miguel de Allende.
En prácticamente todas las culturas prehispánicas, la muerte era aceptada y abrazada con cierto grado de condecoración y dignidad. La dualidad de las personas, las cosas, y las situaciones eran parte esencial en la era prehispánica, el bien y el mal, la noche y el día, la vida y la muerte.
Las almas que fallecían por una muerte relacionada con el agua o de lepra, debían descansar en el Tlalocán, regido por Tláloc, dios del rayo, de la lluvia y de los terremotos, se decía era un lugar con toda clase de árboles frutales, maíz, frijol y chía, debían permanecer ahí por cuatro años y proveer a la tierra de agua; Al Tonatiuhichan llegaban las almas de los guerreros caídos en batalla o sacrificio, y las madres fallecidas en labor de parto, la gloria para estas almas consistía en acompañar al sol en su vuelo por el cielo hasta el cenit, para luego de cuatro años, reencarnar en un colibrí, o en algún ave de hermoso plumaje.
En el noveno piso del inframundo se encontraba el Mictlán, donde llegaban todas las almas de los muertos comunes, aquellos que no morían en guerra o sacrificio, en esta región el fallecido realizaba una serie de pruebas acompañado de su perro – quien era incinerado junto con el cadáver de su amo – al que encontraba en el lugar de los perros, conocido como Itzcuintlán. Luego de cuatro años y diversas pruebas que consistían en atravesar senderos fríos y solitarios, el difunto debía atravesar un caudaloso río montado en su perro, de lo contrario se quedaría ahí por la eternidad.
Al final del sendero, el fallecido se presentaba ante Mictlantecutli y Mictecacihuatl, Señor y Señora de la Muerte respectivamente, guardianes máximos del inframundo en quienes recaía toda la cosmogonía y filosofía de la muerte en la época, ellos se encargaban de administrar y regir a aquellos que han muerto.
Por estas tradiciones ancestrales que han perdurado a través de cientos de años, Mineral de Pozos realiza el Festival Camino al Mictlán, recordando a aquellos que han emprendido el largo camino ante Mictlantecutli. El evento iniciará a las 18:00 horas con un rosario viviente y una Misa ordinaria en el templo de San Pedro a las 19:00 horas, además de la obra de teatro Primeras Caras San José Iturbide; en punto de las 20:00 horas el ensamble fusión de sonidos prehispánicos y jazz, Maxorhu, deleitará a los asistentes con su particular estilo; desde Querétaro sonarán los ritmos caribeños con un ensamble de son cubano; y el evento cerrará a las 22:00 con el tradicional Mariachi los Gavilanes.
El Festival Camino al Mictlán es una gran opción para acercarse a las tradiciones mexicanas del Día de Muertos que aún permanecen vivas, así como también es una excelente oportunidad para conocer los hoteles boutique de la zona, las cafeterías, los restaurantes de cocina prehispánica, y las ruinas de cascos mineros que custodian celosamente a este antiguo pueblo de la meseta central que está plagado de mitos y leyendas.
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