¿Cuantas maravillas se esconden dentro de esos lugares que nos atrevemos a nombrar "conocidos"?
Sí me preguntan a mí, el número de maravillas en esas situaciones es exponencialmente a la larga.
La ciudad de León en Guanajuato México es fácilmente una de esas ciudades donde bastará abrir un poco más los sentidos y estos encontrarán un paraíso del cual será difícil desprenderse...
La historia antigua de la ciudad pervive en muchos sentidos con la actualidad humana leonense que paso a paso muestra una faceta diferente, contrastante y en muchos sentidos incluyente a pesar de su tan conocida y susurrada doble moral.
Esto último nos podría desconcertar un poco, pero sí logramos rasgar el velo del discurso; León y sus habitantes han forjado aún en contra de su propia historia una bella realidad qué vale la pena vivir en el día a día.
El XVIII Festival Internacional de Arte Contemporáneo permite vislumbrar una realidad leonense donde la estética del retrofuturo se ha adueñado en gran medida de la sociedad juvenil de la ciudad.
Pero en ese panorama incluyente y contrastante encontramos más qué el Retrofuturo expuesto en el Festival. León como ciudad navega en una plenitud de ideas, formas, estilos y modos de vida qué al final del día nos permiten ver en León y sus habitantes una ciudad qué con un encanto de Pueblo Mágico (sin serlo) se desenvuelve como una gran ciudad cosmopolita donde sus poco más de 1 650 000 habitantes conforman una pléyade de universos que desembocan en la dicha de ser leonenses.
Sirva este pequeño prólogo para la serie especial sobre León qué poco a poco estaremos compartiendo con ustedes.
Especial de De Ruta Por México sobre León dedicada al buen amigo Guillermo Marquez.
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